Es una forma de simplificar los estereotipos nacionales: alguien cuestiona cuánto cuesta educar a un mexicano. La respuesta, dice, son “los seis dólares que cobran en la garita de entrada a Estados Unidos”. Luego retrata a un individuo que en territorio norteamericano extrañamente modera su velocidad al conducir, no tira basura en la calle, frena […]