Leonardo da Vinci comprendió lo que siglos después los neurocientíficos y filósofos seguirían explorando: la realidad no se nos presenta con líneas definidas, sino con una gradualidad de matices, una bruma que impide distinguir los contornos con precisión absoluta. Su técnica del sfumato, aplicada magistralmente en la sonrisa de la Gioconda es, por capricho interpretativo […]