“Los estragos fueron terribles, cerráronse los templos, suspendieron sus trabajos los tribunales, arruinóse el comercio, comenzaron a desplomarse y caer multitud de casas…”, escribió hace 133 años Vicente Riva Palacio, para contar una de las más terribles inundaciones, en 1629, en la capital de la Nueva España, territorio lacustre, subsuelo lodoso, capricho de los conquistadores […]